Que las fajas transportadoras se encuentran entre los elementos más utilizados en diferentes sectores de la industria, son extremadamente seguras y responsables de aumentar la productividad de las empresas, muchas personas ya lo saben. Lo que casi nadie tiene idea es cómo, cuándo y dónde surgieron los cinturones.
El registro de las primeras correas transportadoras nos traslada a la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XVIII, como consecuencia de los avances tecnológicos de la Revolución Industrial. En un principio se construían con lona, cuero o goma que se deslizaba sobre superficies planas de madera. Eran entonces equipos rudimentarios para el transporte de carga y utilizados, particularmente, en panaderías y mataderos.
Más tarde se utilizaron para transportar grano a los barcos en distancias relativamente cortas. Poco a poco, las correas se mejoraron y en 1804, la Armada británica instaló una correa transportadora impulsada por una máquina de vapor.
A principios del siglo XX, Sandvik, una empresa sueca, inventó las cintas transportadoras con carcasa de cable de acero, que se utilizaban para transportar arena, carbón vegetal y caña de azúcar.
A lo largo del siglo XX, el sistema fue mejorando progresivamente, ampliando aún más su uso entre los más diversos segmentos industriales.
En la Segunda Guerra Mundial, debido a la escasez de recursos naturales, se introdujo el material sintético como elemento en la composición de los cinturones. En ese período, en una pequeña bodega en Jundiaí (SP), en 1945, nació Correias Mercúrio.
A lo largo de más de 75 años, Mercúrio se enorgullece de ser parte de esta historia de evolución continua de bandas transportadoras, convirtiéndose en uno de los proveedores de bandas más importantes del mundo, líder absoluto del segmento en Brasil y mayor fabricante de América Latina.
Cintas transportadoras, una historia centenaria de evolución y desarrollo, ¡ayudando a transportar riqueza y alimentos en todo el mundo!